Torreblanca escribe su propio guion: la XI Jornada de ADLYPSE convierte cuatro conversaciones en una agenda compartida
El día 24/10/25 amaneció con olor a salitre en el Espai Natura de Torreblanca y terminó con el papel de las paredes cubierto de ideas. Decenas de profesionales del desarrollo local, responsables públicos y agentes del territorio se dieron cita en Torreblanca para una jornada que no quería ser otro congreso más, sino un punto de inflexión. Bajo la presidencia de Isaac Lara, ADLYPSE Castelló propuso un formato sencillo y exigente: escuchar, debatir, priorizar y comprometerse. A golpe de rotulador y adhesivos de colores, el municipio se convirtió, por unas horas, en mapa vivo de la provincia que queremos.

Cuatro mesas, un mismo propósito
El primer murmullo recorrió la sala cuando la mesa de innovación y participación empezó a ordenar lo urgente: menos burocracia y menos duplicidad; más coordinación entre agentes y participación real y bidireccional que evalúe proyectos y rinda cuentas. La fotografía final de ese panel, densamente punteado, dejaba un mensaje claro: la innovación institucional empieza por abrir procesos y cerrar círculos de mejora.
A pocos metros, la mesa de medio ambiente, patrimonio y turismo sostenible hilvanaba otra verdad de fondo: la provincia posee un capital natural y cultural que exige redes intermunicipales, cohesión entre administraciones y normativas habilitantes, no restrictivas. Se pidió inversión en patrimonio, formación ambiental y una narración pública que, desde las redes sociales, explique mejor quiénes somos para evitar disonancias y turismofobia. La identidad, subrayaron, también es una política de desarrollo.
El tablero de industria, comercio y emprendimiento dibujó la tensión conocida entre talento y tramitación. Sobre la mesa aparecieron tres verbos que se repitieron como un mantra: atraer, acompañar, simplificar. Atraer y retener talento; acompañar al comercio y a la pyme con apoyo de proximidad; y simplificar una carga regulatoria que asfixia a quien quiere empezar. Hubo espacio para las oportunidades del comercio electrónico de cercanía y, sobre todo, para una conclusión rotunda: trabajar en red evita solapamientos y multiplica resultados.
La conversación sobre innovación social para el relevo generacional sonó, quizá, más íntima. Surgieron historias de oficios que se apagan y negocios que buscan manos. El consenso fue práctico: mentorías intergeneracionales, capacitación anticipada para la sucesión y uso intensivo de TIC para documentar procesos y facilitar traspasos. Todo ello acompañado de mejores condiciones laborales y una orientación que muestre a la juventud que también aquí hay futuro.


Un liderazgo con acento local
La jornada se abrió con la bienvenida institucional y el impulso de la Diputación, pero tuvo el timón profesional de Isaac Lara, presidente de ADLYPSE Castelló, que sostuvo el hilo conductor: del diagnóstico a la decisión. No se trataba de acumular ponencias, sino de convertir las coincidencias en tareas y las discrepancias en trabajo pendiente. Torreblanca, anfitriona y laboratorio, ofreció el lugar y el tono: cercano, operativo, medible.
La provincia que se escribe en presente
Mirados en conjunto, los paneles cuentan una historia coherente con la Agenda 2030: ODS 8 y 9 cuando hablamos de empleo, emprendimiento e innovación; ODS 11 y 13 cuando se protege el patrimonio natural y cultural; ODS 16 y 17 cuando se exige evaluación, transparencia y alianzas. No es retórica; es un método. Y el método, esta vez, dejó huella visible en las paredes y tareas concretas sobre la mesa.
La organización anunció la elaboración de un informe de conclusiones que recogerá las prioridades votadas y propondrá indicadores de seguimiento para ayuntamientos y agentes del territorio. Entre tanto, quien desee sentir el pulso de la jornada puede asomarse a sus voces: en este enlace, https://www.youtube.com/watch?v=bEQuiGlBCsg , podrán consultar un vídeo resumen con preguntas clave a algunos de los participantes.
Al caer la tarde, los post-it se quedaron quietos, pero nadie salió igual. La provincia, esa suma compleja de pueblos, recursos y voluntades, se reconoció a sí misma y aceptó el reto de coordinarse mejor, innovar con menos fricción y abrir paso a nuevas generaciones. Hubo cifras, hubo propuestas y, sobre todo, hubo una decisión: que el futuro de Castellón se escriba desde lo local, con tinta de compromiso. Torreblanca ya ha puesto el primer renglón.

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